Chorizo cular ibérico elaborado con carne de cerdo ibérico de bellota ecológico.
En formato de media pieza de unos 500-600 gramos aproximados.
Elaborado con los mejores magros, a base de especias que nos recuerdan los olores del bosque mediterráneo, y con un exquisito pimentón de primera molienda. Posee un sabor intenso y de un marcado carácter extremeño. Precisa de un proceso de secado y curación de unos 4-5 meses para degustarlo.
Al hablar de ibéricos nos referimos a una raza porcina, autóctona de la Península Ibérica, en particular de las zonas del suroeste de la misma, siendo muy habitual en Portugal y Extremadura. Se caracterizan por su color oscuro y tamaño medio. Sus patas son más finas que las de otras razas y sus pezuñas suelen ser negras lo que hace que suelan denominarse «de pata negra».
Lo más valorado es la manera en la que la grasa de los productos con los que se alimentan, se infiltran en su sus músculos. En el caso de la raza de cerdo ibérico, lo hacen de tal manera que su carne es mucho más jugosa y aromática que en otras razas.
Este chorizo ecológico está elaborado con carne de cerdos ibéricos de bellota, alimentados con bellotas, en la época en la que estas se encuentran en las dehesas en la época de Montanera, cuando estas caen de los árboles en la temporada que va de otoño hasta febrero o marzo. Pero en la dehesa estos cerdos encuentran otros muchos alimentos muy ricos, como hierba, pasto, hongos, tubérculos, hierbas aromáticas y otra mucha flora de la dehesa extremeña….Cuando comienza la época de montanera los cerdos tienen un peso aproximado de unos 80 kilos y cuando termina su peso puede llegar hasta los 170kilos. Se calcula que consumen unos 8 kilos de bellotas al día y unos 1,5 kilos de pasto.
Las bellotas de la dehesa, procedentes de las encinas y alcornoques, están formadas por un 93% de grasas y se componen principalmente de ácido oleico, que es uno de los componentes del aceite de oliva, y esta es la gran ventaja respecto a otras carnes, su menor contenido en colesterol.
La certificación ecológica nos garantiza su cría en plena libertad, en acceso continuo al aire libre, y que los proceso de producción y transformación de sus carnes conllevan una menor intervención, con apenas únicamente aditivos naturales: sal, pimentón… Estos cerdos ibéricos, durante el periodo previo a la montanera son alimentados únicamente con hierbas naturales y con piensos ecológicos de cereales y leguminosas certificados y libres de transgénicos.
En cuanto a la forma de embutido, la denominación «cular» hace referencia a la tripa que envuelve la carne. Su grosor entre los 45 y los 75 milímetros, permite que el embutido seque de forma más lenta y consiga alcanzar un sabor más intenso.
